PROYECTANDO

En 4º nos hemos embarcado en una campaña de concienciación sobre los beneficios de mantener el centro limpio porque nos gusta sentirnos a gusto en nuestro entorno de estudio. Es nuestro proyecto.

Los proyectos están de moda en muchos ámbitos: proyecto de vida, proyecto de investigación y también en la enseñanza y en la farándula...), pero dentro del mundo artístico siempre se ha trabaja por proyectos, y en el mundo de la comunicación visual es un planteamiento muy normal. De hecho, fue el artista y diseñador Industrial y gráfico italiano Bruno Munari quien estableció el Método Proyectual. Este método de trabajo creativo es el que sigo con vosotros en plástica para abordar nuestros ejercicios escolares y, por supuesto, nuestros proyectos. Munari con la visión lúdica de un futurista que fue, lo explicó así con una receta de cocina: “En cualquier receta de cocina podemos encontrar una metodología proyectual que ejemplifique nuestro proyecto de diseño”.

En este proyecto se nos presenta un problema, que es en realidad una necesidad: mantener unas condiciones óptimas de limpieza de nuestros espacios entre todos. Para ello ya tenemos papeleras. ¡Pues ya está!, problema solucionado, diréis algunos. Pues no. ¿Dónde no hay papeleras en nuestra sociedad occidental? El problema continúa aún, ya que algunos no las ven, todavía. Al principio era difícil verlas, es verdad: eran blancas y se confundían con las paredes blancas. Por lo que en cursos anteriores les fuimos dando visibilidad. Allá por el curso 2011/12 aquellos alumnos de 4º las “tunearon” aplicando el diseño que realizamos para el logotipo del centro y ésto las convirtió en algo más nuestro, las personalizó u, también las hizo visibles.

Dado este paso, (que podéis ver en un video sobre el proceso en las entradas de ese curso), ahora queremos añadirles lo que algunos diseñadores han llamado “un grito en la pared”, es decir, un cartel para fijar más nuestra atención sobre la ubicación de esas criaturas huérfanas y la escusa ha partido de la idea de sustituir una humilde fotocopia que lleva años queriendo cumplir esa función en el rellano de la escalera. 

Le daremos un vuelco tipográfico. Este ha sido nuestro detonante para la acción: hacer visible ese largo texto a través del pensamiento visual. Su formato pasará del A5 al A2 y el primer resultado ya está servido de la mano de Lucía de 4º C. Próximamente lo publicaré.