Para celebrar el Día Internacional de la creatividad y de la innovación nos hemos ido a disfrutar del museo que en nuestra ciudad se dedica a difundir la obra del pintor italiano Guido Caprotti, tal vinculado a ella, y ubicado en el palacio renacentista conocido como Palacio de Superunda que fue su hogar y estudio durante gran parte de su vida.
En ocasiones los hechos fortuitos cambian nuestra vida. Esto le ocurrió a Caprotti cuando una noche de noviembre del año 1916 viajando en tren desde París a Madrid una nevada detuvo su tren aquí en Ávila durante tres días, viéndose obligado a alojarse en un hotel. Guido se vió hondamente impresionado por esa silenciosa noche nevada de luna llena. Él lo contaba así:
Una gran nevada paró el tren en Ávila. Me indicaron un hotel: “Hotel Inglés” se llamaba entonces el actual Hotel Continental. Entré pues en Ávila. Y al llegar ante una muralla espectacularmente nevada… la luz me llenó los ojos y el alma… En la noche esplendorosa de Plenilunio, bajo un arco de la muralla, un hombre cantaba: ¡Ave María Purísima!…Me dijeron era un “sereno” y decidí quedarme en Ávila… Esa impresión ha influido en toda mi vida dedicada principalmente a ensalzar esta tierra que tanta raigambre ha cogido en mi corazón…
Le llevaba a Madrid el encargo realizado por un cliente americano para copiar una obra de Velázquez en el Museo del Prado. Pero se apeó del tren por unas horas y se quedó cincuenta años. La obra que refleja la impresión que recibió Guido Caprotti y que tituló "Los ojos de la noche" la expuso dos años más tarde en el Círculo de Bellas Artes de Madrid en una exposición individual donde se dió a conocer aquí en España.
Guido Caprotti fue coetáneo de Anglada-Camarasa, de Ignacio Zuloaga y de Joaquín Sorolla. Y como otros pintores españoles entre los que podemos incluir a Benjamín Palencia, a Eduardo Chicharro o a José Antonio López Mezquita, sintió la atracción de nuestra ciudad y plasmó en ella un testimonio de gentes y paisajes que nos ofrecen visiones de un siglo que no vivimos pero que constituye nuestra historia más cercana.
Espero que hayáis disfrutado con esta experiencia extraescolar, conociendo la historia, la arquitectura, el arte y la creatividad de los miembros de esta familia creativa: Guido Caprotti, su esposa Laura de la Torre, miniaturista e hija a su vez de un importante arquitecto Féliz de la Torre, retratado por Joaquín Sorolla, que hemos podido apreciar en el museo y Óscar Caprotti de la Torre, escultor, que con sus obras completa la colección que en el Palacio de Superunda tenemos a nuestra disposición en Ávila para disfrutar del arte...
En ocasiones los hechos fortuitos cambian nuestra vida. Esto le ocurrió a Caprotti cuando una noche de noviembre del año 1916 viajando en tren desde París a Madrid una nevada detuvo su tren aquí en Ávila durante tres días, viéndose obligado a alojarse en un hotel. Guido se vió hondamente impresionado por esa silenciosa noche nevada de luna llena. Él lo contaba así:
Una gran nevada paró el tren en Ávila. Me indicaron un hotel: “Hotel Inglés” se llamaba entonces el actual Hotel Continental. Entré pues en Ávila. Y al llegar ante una muralla espectacularmente nevada… la luz me llenó los ojos y el alma… En la noche esplendorosa de Plenilunio, bajo un arco de la muralla, un hombre cantaba: ¡Ave María Purísima!…Me dijeron era un “sereno” y decidí quedarme en Ávila… Esa impresión ha influido en toda mi vida dedicada principalmente a ensalzar esta tierra que tanta raigambre ha cogido en mi corazón…
Le llevaba a Madrid el encargo realizado por un cliente americano para copiar una obra de Velázquez en el Museo del Prado. Pero se apeó del tren por unas horas y se quedó cincuenta años. La obra que refleja la impresión que recibió Guido Caprotti y que tituló "Los ojos de la noche" la expuso dos años más tarde en el Círculo de Bellas Artes de Madrid en una exposición individual donde se dió a conocer aquí en España.
Guido Caprotti fue coetáneo de Anglada-Camarasa, de Ignacio Zuloaga y de Joaquín Sorolla. Y como otros pintores españoles entre los que podemos incluir a Benjamín Palencia, a Eduardo Chicharro o a José Antonio López Mezquita, sintió la atracción de nuestra ciudad y plasmó en ella un testimonio de gentes y paisajes que nos ofrecen visiones de un siglo que no vivimos pero que constituye nuestra historia más cercana.
Espero que hayáis disfrutado con esta experiencia extraescolar, conociendo la historia, la arquitectura, el arte y la creatividad de los miembros de esta familia creativa: Guido Caprotti, su esposa Laura de la Torre, miniaturista e hija a su vez de un importante arquitecto Féliz de la Torre, retratado por Joaquín Sorolla, que hemos podido apreciar en el museo y Óscar Caprotti de la Torre, escultor, que con sus obras completa la colección que en el Palacio de Superunda tenemos a nuestra disposición en Ávila para disfrutar del arte...